viernes, 1 de junio de 2012

Bendita libertad




   Los sentimientos se mecían igual que las olas en el mar, nunca había calma. Se elevaban firmes, seguros, puros y golpeaban en lo más profundo de mi ser. Nunca supe controlarlos, aunque por momentos los apaciguara, porque, ¿quién puede dominar las olas? Nadie. Lo mismo ocurre con ellos, con mis sentimientos. Son libres, dominan, poseen, hieren, hacen feliz... Son simplemente eso.


1 comentario:

  1. Los sentimientos son nuestro guía más fiel de nuestro día a día, y no deben ser racionalizados.

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